En 2007, el empresario de El Paso, Rod Davenport, compró la estación de servicio y pasó el siguiente año y medio restaurándola. Su padre había operado una gasolinera en Richmond y Piedras durante la década de 1930, por lo que afirmó que la renovación fue “una obra de amor” y un regalo para la comunidad. ❤️
Las renovaciones incluyeron cuatro réplicas de surtidores de gasolina al estilo de los años 1930 como decoración alrededor de su exterior. (Foto 1) También compró dos farolas que datan de la década de 1920 y que alguna vez iluminaron Texas Ave.
Posteriormente, la gasolinera fue donada a la Sociedad Histórica del Condado de El Paso. Hoy en día, las bombas de gasolina de la renovación ya no están (foto 4). La sociedad posee una bomba y está trabajando para arreglar las ventanas rotas.
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